- El sistema locomotor, por ejemplo, rinde de forma distinta en hombres y en mujeres porque la estructura muscular y ósea es distinta.
- El estómago, los riñones, el hígado y los pulmones presentan diferencias importantes en el tamaño.
- La circulación sanguínea de la mujer es más rápida; y la respiración, más lenta que la de los hombres.
- Y si hablamos de glándulas endocrinas, las diferencias no solo son cuantitativas, sino también cualitativas. La tiroides femenina, por ejemplo, es especialmente activa y produce diferencias fisiológicas (un tejido cutáneo diferente al de los hombres) y psicológicas (una emotividad más intensa que los hombres).
- Incluso la sangre presenta una composición distinta: un 20% menos de glóbulos rojos en la mujer, lo que la hace más vulnerable al cansancio a corto plazo.
Diferencias de carácter psicológico
- Desde la lactancia se aprecian diferencias entre los bebés. Los niños se centran más en los objetos y los juguetes, mientras que las niñas lo hacen más en las personas.
- Los niños son más manipuladores y menos verbales que las niñas.
- Los múltiples estudios sobre la agresividad revelan consistentemente niveles más altos en los niños que en las niñas.
- Las niñas aprenden a hablar y escribir más pronto que los niños y estos superan a aquellas en las tareas espacio-temporales; leer mapas o imaginarse objetos en movimiento.
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