miércoles, 19 de junio de 2013

LAS LEYES DE LA BUENA ALIMENTACIÓN

Ley de la cantidad

   La cantidad de alimento que se toma diariamente, debe ser sufuciente para cubrir las necesidades del organismo, en cuanto a energías y en cuanto a sustancias necesarias para el crecimiento de nuestros tejidos y órganos.
   Una alimentación suficiente se manifiesta porque el individuo realiza correctamente las funciones de


  1. crecimiento
  2. reproducción
  3. trabajo
  4. actividad mental y
  5. conservación del peso en el adulto.

Ley de la cantidad

   El régimen alimentario debe ser completo y variado en su composición, de forma que proporcione al organismo todas las sustancias necesarias:


  1. carbohidratos (glúcidos)
  2. Grasas (lípidos)
  3. proteínas (prótidos)
  4. vitaminas
  5. minerales
  6. agua y
  7. fibra vegetal.

Ley del equilibrio

   Las cantidades de las diversas sustancias suministradoras de energía que integran los alimentos (carbohidratos, grasas y proteínas), tienen que guardar entre sí una correcta proporción.


  • Carbohidratos: Deben aportar del 55% al 75% del total de calorías, lo que para un régimen de 2000 calorías supone de 1100 a 1500 calorías en forma de carbohidratos o glúcidos. Esto implica una ingestión de 275 a 375 gramos de glúcidos diariamente.
  • Grasas: No deberían superar el 30% de las calorías totales ingeridas, y la mayor parte de ellas deberían ser de origen vegetal. Esto supone un máximo de 66 gramos diarios de grasas, para un régimen promedio de 2000 calorías.
  • Proteínas: Tienen que aportar del 10% al 15% del total de las calorías necesarias. Esto significa, para un régimen de 2000 calorías, de 200 a 300 calorías en forma de proteínas, lo que se consigue con 50 a 75 gramos diarios de proteínas.

Ley de la adecuación

   La elección, preparación y cantidad de los alimentos, debe adecuarse al peso, a la edad, al estado fisiológico y al tipo de trabajo o actividad.

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