miércoles, 11 de diciembre de 2013
LOS ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES
Hoy vamos a conocer un poco los diferentes ácidos grasos y donde los podemos encontrar. Los ácidos grasos esenciales son ácidos grasos poliinsaturados que nuestro organismo no es capaz de sintetizar, y que necesitamos ingerir de forma continuada durante toda nuestra vida. Por ello se los ha llamado vitamina F (de fat "grasa" en ingés), aunque no son realmente una vitamina.
Son el ácido linoleico y el ácido linolénico, que se encuentran principalmente en el germen de los cereales (trigo, maíz, avena, etc.) y en los frutos secos (nueces, almendras, avellanas, etc.). Los alimentos animales también los contienen, aunque en una proporción hasta diez veces menor, y siempre acompañados de ácidos grasos saturados, nocivos para la salud.
Un déficit de estos ácidos grasos esenciales se manifiesta por retraso en el crecimiento, sequedad de piel, dermatitis, y alteraciones nerviosas y genitales.
Hay que tener en cuenta que con tan sólo tomar 60 gramos de almendras cada día, tendríamos bastante para cubrir las necesidades. Así que, desechemos los prejuicios de tomar fruta seca diaria porque son más los beneficios que los perjuicios.
NORMAS PRÁCTICAS PARA EL USO CULINARIO DE LAS GRASAS
- Limite el uso de las grasas en la alimentación. Tanto los hidratos como las proteínas se digieren con mayor lentitud cuando han sido cocinados con grasa.
- Utilice grasas de origen vegetal (aceite de olivas o de semillas) en lugar de grasas animales (mantequilla, tocino osebo).
- Prefiera las grasas de fácil digestión, como los aceites vegetales, la crema de leche o la yema de huevo.
- Evite los fritos, especialmente cuando se trate de productos de origen animal (carne y pescado). Las grasas, sobre todo las animales, se descomponen cuando se calientan a altas temperaturas, como ocurre durante la fritura. Así se forman sustancias irritantes como la acroleína, que resulta muy indigesta, produciendo pesadez de estómago y descomposición intestinal. Si tiene que freir, es preferible utilizar alimentos vegetales, a temperaturas no excesivas, y cambiando cada vez el aceite. El aceite de oliva es el más estable a altas temperaturas, por lo que es el más adecuado para freír.
- No consuma en una comida más de dos alimentos ricos en grasas (por ejemplo: aguacate, mayonesa, helado o nata).
- Controle las grasas ocultas que a menudo acompañan a los alimentos preparados o envasados, como patatas fritas, chocolate, galletas, pasteles y conservas.
Etiquetas: grasas, Salud
UTILIDAD DEL ACIDO CITRICO EN CANCER
El médico mexicano Alberto Halabe Bucay afirma que el ácido cítrico puro ingerido en suficiente cantidad permite afrontar el cáncer reduciendo los tumores y, en algunos casos, eliminándolos.
Alberto Halabe Bucay, que en la actualidad ejerce como pediatra en el Hospital Ángeles Lomas de México, ha presentado dos casos de dos pacientes con graves tumores que sanaron tras ser tratados exclusivamente con ácido cítrico.
Ya en octubre de 2.007 la Sociedad Española de Oncología Médica-núcleo en nuestro país de la ortodoxia oncológica- incluyó en su primer Concurso Nacional de Hipótesis en Oncología un trabajo de Alberto Halabe que señalaba como causa del cáncer un defectuoso funcionamiento de la mitocondria celular en el que éste proponía como terapéutica la inhibición del proceso de glicólisis ingiriendo ácido cítrico. La propia Sociedad Española de Oncología Médica reconoció hace ya seis añosque tal hipótesis era asumible !pero no movió un solo dedo para impulsar la investigación de esa vía! ¿Por qué? ¿Quizás porque al tratarse del principio activo inocuo de un simple producto alimenticio de coste económico no puede hacerse negocio con él?
EXPLICACIÓN DE SU TEORÍA: cuando una célula se convierte en maligan las mitocondrias son las únicas beneficiarias ya que existe un ambiente ideal a nivel celular para que mantengan sus funciones. Y de esa hipótesis se deriva que el tratamiento para la lucha contra el cancer pueda consistir en la inhibición de la glicolisis, principal fuente de energía de las mitocondrias, lo que se consigue mediante la administración de citrato a pacientes de cáncer ya queeste inhibe la enzimafotofructoquinasa, el complejo piruvato deshidrogenasa del Ciclo de Krebs por lo que las miticindrías se ven obligadas a limitar su metabolismo así como a disminuir la capacidad de producción de las células en general.
OTTO WARBURG , premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1.931 por su descubrimiento de la "enzima respiratoria" llamada cicroma oxidasa. Como se sabe el organismo logra básicamente la energía que necesita para vivir oxidando la glucosa que obtiene tras metabolizar los alimentos (azúcares, proteínas y grasas); es pues un proceso aeróbico que requiere oxígeno. Tal es el mecanismo normal que permite obtener moléculas de Adenosín-trifosfato (ATP) mediante la respiración celular. Ahora bien, en caso de necesidad -por ejemplo al tener la célula algún mecanismo dañado- puede también obtenerla por fermentación o glicólisis, proceso anaeróbico que tiene lugar sin oxígeno. Otto Warburg descubriría que tal es el caso de las células cancerosas que solo pueden obtener energía de esa segunda forma: mediante glicolisis. De ahí que sostuviera que el cáncer es en realidad una enfermedad mitocondrial.
En suma, las células cancerosas -y los tumores que forman- viven y proliferan en terrenos ácidos y carebtes de oxígeno y de ahí la importancia de desintoxicar, alcalinizar y oxigenar el organismo y de privar de glucosa a las células cancerosas a fin de ralentizar o impedir que se alimenten o reproduzcan pudiendo ellos llevarlas a la muerte.
PACIENTE DE DIEZ AÑOS CURADO: El paciente fue un niño de diez años al que se diagnosticó un tipo de neoplasia endocrina múltiple 2B en julio de 2.006 y posteriormente cáncer medular tiroideo. Sometido a cinco operaciones de garganta para intentar erradicar el cáncer no fue posible y los niveles sanguíneos de calcitonina -marcador en sangre que indica la actividad tumoral- siguieron manteniéndose altos tras la cirugía. Considerado irrecuperable su familia decidió entonces que siguiera el tratamiento del Dr. Halabe y el niño empezó ingiriendo 1 cápsula de ácido cítrico de 500 mg. tres veces al día, cantidad que aumentaría poco a poco hasta llegar a ingerir 4 cápsulas cada 8 horas al final del tratamiento- duró ocho meses- tras el cual se constató que la calcitonina se había reducido por debajo del 50%, contrariamente a lo que sostiene la literatura oncológica que ocurre con un cáncer medular tiroideo. No hay más explicación científica y racional para esa reducción del nivel de calcitonina en sangre que la acción del ácido cítrico como único tratamiento. Ocho meses después de tomar ácido cítrico y cuatro meses después de la publicación de su caso el PET del niño demostraba que el cáncer había desaparecido.
Mi tesis -dice Halabe- en suma, es que la ingesta de ácido cítrico bloquea la obtención de glucosa por las células y éstas se ven entonces obligadas a utilizar otras vías y otras fuentes de energía:las grasas y proteínas. Vía a la que sin embargo no pueden recurrir las mitocondrias de las células cancerosas por lo que éstas se debilitan hasta autodestruirse o quedar a merced del sistema inmune.
La pregunta es: ¿Bastaría con ingerir zumos de frutas ricos en ácido cítrico? La respuesta es NO porque por ejemplo el limón contiene tan sólo un 7% de ácido cítyrico. Se debe dar ácido cítrico puro pero acompañado por algún antiácido como una cápsula de omeprazol de 20mg. cada 12 horas.
Además del caso aquí expuesto, están la evidencia de mejoría de 300 casos en diferentes tipos de cáncer; incluyendo cánceres de mama, pulmón, páncreas, colon, tiroides, próstata, testículos, matriz, ovario, osteosarcoma, leucemia, meloma múltiple, etc. Todos mejoraron al tomar ácido cítrico.
He intentado -dice Halabe- que me escuchen en centros de investigación y tratamientos para el cáncer y he presentado mi trabajo en varios foros pero nadie utiliza aún el ácido cítrico en sus pacientes con cáncer.
(Este artículo está extraído de una entrevista llevada a cabo por Antonio F. Muro y sale en la rebista "Discovery Salud, nº 158)
Alberto Halabe Bucay, que en la actualidad ejerce como pediatra en el Hospital Ángeles Lomas de México, ha presentado dos casos de dos pacientes con graves tumores que sanaron tras ser tratados exclusivamente con ácido cítrico.
Ya en octubre de 2.007 la Sociedad Española de Oncología Médica-núcleo en nuestro país de la ortodoxia oncológica- incluyó en su primer Concurso Nacional de Hipótesis en Oncología un trabajo de Alberto Halabe que señalaba como causa del cáncer un defectuoso funcionamiento de la mitocondria celular en el que éste proponía como terapéutica la inhibición del proceso de glicólisis ingiriendo ácido cítrico. La propia Sociedad Española de Oncología Médica reconoció hace ya seis añosque tal hipótesis era asumible !pero no movió un solo dedo para impulsar la investigación de esa vía! ¿Por qué? ¿Quizás porque al tratarse del principio activo inocuo de un simple producto alimenticio de coste económico no puede hacerse negocio con él?
EXPLICACIÓN DE SU TEORÍA: cuando una célula se convierte en maligan las mitocondrias son las únicas beneficiarias ya que existe un ambiente ideal a nivel celular para que mantengan sus funciones. Y de esa hipótesis se deriva que el tratamiento para la lucha contra el cancer pueda consistir en la inhibición de la glicolisis, principal fuente de energía de las mitocondrias, lo que se consigue mediante la administración de citrato a pacientes de cáncer ya queeste inhibe la enzimafotofructoquinasa, el complejo piruvato deshidrogenasa del Ciclo de Krebs por lo que las miticindrías se ven obligadas a limitar su metabolismo así como a disminuir la capacidad de producción de las células en general.
OTTO WARBURG , premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1.931 por su descubrimiento de la "enzima respiratoria" llamada cicroma oxidasa. Como se sabe el organismo logra básicamente la energía que necesita para vivir oxidando la glucosa que obtiene tras metabolizar los alimentos (azúcares, proteínas y grasas); es pues un proceso aeróbico que requiere oxígeno. Tal es el mecanismo normal que permite obtener moléculas de Adenosín-trifosfato (ATP) mediante la respiración celular. Ahora bien, en caso de necesidad -por ejemplo al tener la célula algún mecanismo dañado- puede también obtenerla por fermentación o glicólisis, proceso anaeróbico que tiene lugar sin oxígeno. Otto Warburg descubriría que tal es el caso de las células cancerosas que solo pueden obtener energía de esa segunda forma: mediante glicolisis. De ahí que sostuviera que el cáncer es en realidad una enfermedad mitocondrial.
En suma, las células cancerosas -y los tumores que forman- viven y proliferan en terrenos ácidos y carebtes de oxígeno y de ahí la importancia de desintoxicar, alcalinizar y oxigenar el organismo y de privar de glucosa a las células cancerosas a fin de ralentizar o impedir que se alimenten o reproduzcan pudiendo ellos llevarlas a la muerte.
PACIENTE DE DIEZ AÑOS CURADO: El paciente fue un niño de diez años al que se diagnosticó un tipo de neoplasia endocrina múltiple 2B en julio de 2.006 y posteriormente cáncer medular tiroideo. Sometido a cinco operaciones de garganta para intentar erradicar el cáncer no fue posible y los niveles sanguíneos de calcitonina -marcador en sangre que indica la actividad tumoral- siguieron manteniéndose altos tras la cirugía. Considerado irrecuperable su familia decidió entonces que siguiera el tratamiento del Dr. Halabe y el niño empezó ingiriendo 1 cápsula de ácido cítrico de 500 mg. tres veces al día, cantidad que aumentaría poco a poco hasta llegar a ingerir 4 cápsulas cada 8 horas al final del tratamiento- duró ocho meses- tras el cual se constató que la calcitonina se había reducido por debajo del 50%, contrariamente a lo que sostiene la literatura oncológica que ocurre con un cáncer medular tiroideo. No hay más explicación científica y racional para esa reducción del nivel de calcitonina en sangre que la acción del ácido cítrico como único tratamiento. Ocho meses después de tomar ácido cítrico y cuatro meses después de la publicación de su caso el PET del niño demostraba que el cáncer había desaparecido.
Mi tesis -dice Halabe- en suma, es que la ingesta de ácido cítrico bloquea la obtención de glucosa por las células y éstas se ven entonces obligadas a utilizar otras vías y otras fuentes de energía:las grasas y proteínas. Vía a la que sin embargo no pueden recurrir las mitocondrias de las células cancerosas por lo que éstas se debilitan hasta autodestruirse o quedar a merced del sistema inmune.
La pregunta es: ¿Bastaría con ingerir zumos de frutas ricos en ácido cítrico? La respuesta es NO porque por ejemplo el limón contiene tan sólo un 7% de ácido cítyrico. Se debe dar ácido cítrico puro pero acompañado por algún antiácido como una cápsula de omeprazol de 20mg. cada 12 horas.
Además del caso aquí expuesto, están la evidencia de mejoría de 300 casos en diferentes tipos de cáncer; incluyendo cánceres de mama, pulmón, páncreas, colon, tiroides, próstata, testículos, matriz, ovario, osteosarcoma, leucemia, meloma múltiple, etc. Todos mejoraron al tomar ácido cítrico.
He intentado -dice Halabe- que me escuchen en centros de investigación y tratamientos para el cáncer y he presentado mi trabajo en varios foros pero nadie utiliza aún el ácido cítrico en sus pacientes con cáncer.
(Este artículo está extraído de una entrevista llevada a cabo por Antonio F. Muro y sale en la rebista "Discovery Salud, nº 158)
Etiquetas: Salud
martes, 10 de diciembre de 2013
SALUD: LOS TIEMPOS DE LOS GRANDES HALLAZGOS MÉDICOS
A partir del siglo XVIII una serie de hallazgos abrieron las puertas a una sanidad de más calidad. Estos fueron algunos de ellos:
EL SERVICIO DE AMBULANCIAS: Larrey, que servía como médico para el ejército napoleónico, comprobó en 1.792 que muchos heridos que podrían salvarse, se desangraban en el campo de batalla al no recibir ayuda médica a tiempo. Para solventar aquel problema diseñó la primera ambulancia volante, tal y como él la denominó. Se trataba de un pequeño carruaje cerrado de dos ruedas, tirado por dos caballos. El invento de Larrey, el definitivo abandono de la doctrina del galenismo y los avances en cirugía fueron algunos de los aspectos que marcaron la evolución e historia de la medicina en el siglo XIX.
SERES VIVIOS DIMINUTOS E INVISIBLES: En 1.840, el alemán Jacob Henle aseguró que las enfermedades infecciosas eran provocadas por seres vivos diminutos e invisibles: los microbios, descubiertos gracias a los nuevos y más eficaces microscopios. El también alemán Robert Koch (1.841-1.910) aportó la prueba definitiva al desarrollar nuevas técnicas de estudio y de cultivo de microorganismos.
LA CÉLULA: Doce años después, otro científico germano, Theodor Schwan (1.810-1.882), señalço que la célula era el constituyente básico de los seres vivos, en concreto, de los animales. En 1.865, su compatriota Rudolf Virchow afirmó que las células eran las unidades más pequeñas del organismo, con la capacidad de sobrevivir aisladas en condiciones favorables. Por el contrario, demostró que cada una de sus partes (núcleo, mitocondrina, membrana) no estaba preparada para hacerlo, incluso aunque se dieran las condiciones óptimas. Esto le hizo suponer que el lugar anatómico en el que se asentaba la enfermedad era la célula, no el tejido como se pensaba hasta entonces.
Aquellos avances pusieron de moda la teoría celular, de la que quedaba exento el sistema nervioso central, ya que los especialistas creían que el cerebro era un sistema en forma de red que carecía de células.
Santiago Ramón y Cajal 81.852-1.934) fue el encargado de echar por tierra esta teoría, ya que gracias a sus estudios se descubrió que el sistema nervioso estaba formado por células (las neuronas) conectadas entre sí.
LA TEORÍA EVOLUCIONISTA: No podemos olvidarnos, en este repaso de teorías más relevantes, de la teoría que aún hoy día sigue siendo muy popular y que nos la transmitió Charles Darwin (1.809-1.882). Esta teoría acerca de la evolución de los seres vivos en la que se refleja la lucha por la existencia, de manera que los animales más débiles son eliminados y los más fuertes sobreviven. Esta teoría lleva a la idea de selección natural, de forma lenta y en un período de tiempo muy grande. Teoría en la que algunos aspectos ahora se pone en duda pero que aún así persiste como base de la cultura actual.
Pero, junto a las grandes teorías científicas que revolucionaron el estudio de la biología y de la morfología humana, el siglo XIX aportó también una serie de innovaciones en el instrumental médico que veremos en el próximo tema.
EL SERVICIO DE AMBULANCIAS: Larrey, que servía como médico para el ejército napoleónico, comprobó en 1.792 que muchos heridos que podrían salvarse, se desangraban en el campo de batalla al no recibir ayuda médica a tiempo. Para solventar aquel problema diseñó la primera ambulancia volante, tal y como él la denominó. Se trataba de un pequeño carruaje cerrado de dos ruedas, tirado por dos caballos. El invento de Larrey, el definitivo abandono de la doctrina del galenismo y los avances en cirugía fueron algunos de los aspectos que marcaron la evolución e historia de la medicina en el siglo XIX.
SERES VIVIOS DIMINUTOS E INVISIBLES: En 1.840, el alemán Jacob Henle aseguró que las enfermedades infecciosas eran provocadas por seres vivos diminutos e invisibles: los microbios, descubiertos gracias a los nuevos y más eficaces microscopios. El también alemán Robert Koch (1.841-1.910) aportó la prueba definitiva al desarrollar nuevas técnicas de estudio y de cultivo de microorganismos.
LA CÉLULA: Doce años después, otro científico germano, Theodor Schwan (1.810-1.882), señalço que la célula era el constituyente básico de los seres vivos, en concreto, de los animales. En 1.865, su compatriota Rudolf Virchow afirmó que las células eran las unidades más pequeñas del organismo, con la capacidad de sobrevivir aisladas en condiciones favorables. Por el contrario, demostró que cada una de sus partes (núcleo, mitocondrina, membrana) no estaba preparada para hacerlo, incluso aunque se dieran las condiciones óptimas. Esto le hizo suponer que el lugar anatómico en el que se asentaba la enfermedad era la célula, no el tejido como se pensaba hasta entonces.
Aquellos avances pusieron de moda la teoría celular, de la que quedaba exento el sistema nervioso central, ya que los especialistas creían que el cerebro era un sistema en forma de red que carecía de células.
Santiago Ramón y Cajal 81.852-1.934) fue el encargado de echar por tierra esta teoría, ya que gracias a sus estudios se descubrió que el sistema nervioso estaba formado por células (las neuronas) conectadas entre sí.
LA TEORÍA EVOLUCIONISTA: No podemos olvidarnos, en este repaso de teorías más relevantes, de la teoría que aún hoy día sigue siendo muy popular y que nos la transmitió Charles Darwin (1.809-1.882). Esta teoría acerca de la evolución de los seres vivos en la que se refleja la lucha por la existencia, de manera que los animales más débiles son eliminados y los más fuertes sobreviven. Esta teoría lleva a la idea de selección natural, de forma lenta y en un período de tiempo muy grande. Teoría en la que algunos aspectos ahora se pone en duda pero que aún así persiste como base de la cultura actual.
Pero, junto a las grandes teorías científicas que revolucionaron el estudio de la biología y de la morfología humana, el siglo XIX aportó también una serie de innovaciones en el instrumental médico que veremos en el próximo tema.
Etiquetas: Salud
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