sábado, 11 de abril de 2015

ESTUDIOS BÍBLICOS: EL SÁBADO ANTES DE CRISTO

   Cuando Dios proclamó el sábado desde el Sinaí, ¿lo ordenó sólo a los judíos, y no para los cristianos?. Sí así fuera, el mandamiento "no hurtarás" y los demás mandamientos, serían también sólo para los judíos. Si el sábado fuera sólo para los judíos, todos los demás mandamientos serían también sólo para los judíos. En cambio, la Biblia dice que el sábado fue hecho para el hombre. Estas son las palabras del mismo Jesús: "El sábado por causa del hombre es hecho". Marcos 3: 27.

   1. Durante la peregrinación de Israel por el desierto, ¿cuál era el reglamento para los que profanaban el sábado?

La ley general para los que desobedecían cualquier mandamiento decía: "La persona que hiciere algo con altiva mano, así el natural como el extranjero, a Jehová injurió, y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y dio por nulo su mandamiento, enteramente será cortada la tal persona, su iniquidad será sobre ella." Números 15: 30, 31.

Nota: La expresión "con altiva mano", tiene el sentido de a sabiendas, obatinadamente, desafiantemente. Esta manera de tratar con los que quebrantan la ley, se aplica a cualquiera de los mandamientos. En ese tiempo, Israel ers una teocracia, que significaba que la iglesia y el gobierno civil eran uno y Dios era el gobernante directo. De ahí que las violaciones morales como las civiles se castigaban directamente. Esto nos ayuda a ver la actitud de Dioshacia el pecado y lo que será el juicio final del pecado.

   2. ¿Era la violación del sábado tan seria como la desobediencia a los otros mandamientos?

   "Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que juntsaba leña en sábado. Y los que le hallaron juntando leña, trajéronle a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y pusiéronlo en la cárcel, porque no estaba declarado qué debían de hacer. Y Jehová  dijo a Moisés: Irremediablemente muera a quel hombre, apredréelo con piedras toda la congregación fuera del campo. Entonces lo sacó la congregación fuera del campo, y apedreáronlo con piedras, y murió, como Jehová mandó a Moisés." Números 15: 32- 36.

Nota: No era sólo por juntar leña el sábado que ese hombre fue castigado; fue porque despreció la palabra de Jehová (Números 15: 31). El juntar leña en sábado, mostraba su desprecio hacia Dios. Pero antes de castigarlo, Moisés lo encarceló hasta que se tomara la decisión. Mucho pendía de este caso, ¿Tendría el sábado el mismo valor que los otros mandamientos? Dios dio la respuesta. El sábado era tan importante como los otros mandamientos. !Qué lección para nosotros! !Nunca hablemos livianamente del sábado de Dios ni lo profanemos desafiantemente!

   3. ¿Con qué fin Dios entregó el sábado al hombre?

   "los sacó, pues, de la tierra de Egipto, y los trajo al desierto; y les dí mis ordenanzas. Y les declaré mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá en ellos. Y les dí también mis sábados, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." Ezequiel 20: 10- 12.

Nota: Hay gran significado en la afirmación de Ezequiel de que el sábado es señal de santificación. Quebrar el sábado es un síntoma que rebela la actitud hacia todos los mandamientos. Es un rechazo de Dios, una rebelión contra él. En cambio, la debida observancia del sábado es señal de obediencia a él.

   4. ¿Cuál fue una de las razones por la cual Judá fue llevado cautivo durante 70 años?

   "Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestras vidas, y no traigáis carga en el día del sábado, para entrar por las puertas de Jerusalén: ni saquéis carga de vuestras casas en el día de sábado, como mandé a vuestros padres: más ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, antes endurecieron su cerviz, para no oir, ni recibir corrección.
   "Será empero, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no entrando carga por las puertas de esta ciudad en el día del sábado, sino que santificareis el día del sábado, no haciendo en él ninguna obra; que entrarán por las puertas de la ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
   "Y vendrán de las ciudades de Judá, y de los alrededores de Jerusalén, y de la tierra de Benjamín, y de los campos y del monte, y del austro, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová,
   "Más si no oyereis para santificar el día del sábado, y para no traer carga ni entrarla por las puertas de Jerusalén en el día del sábado, yo haré encender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará." Jeremías 17: 21- 27.

   5. Después de volver del cautiverio babilónico, ¿cuál fue la actitud del pueblo de Dios hacia el sábado?

   "En aquellos días ví en Judá algunos que pisaban en lagares en sábado, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos, y toda suete de carga, y traían a Jerusalén en día de sábado; y les protesté acerca del día en que vendían el mantenimiento. También estaban en ellas tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá en Jerusalén.
   "Y reprendí a los señores de Judá, y les dije: ¿Qué mala cosa es ésta que vosotros hacéis, profanando así el día del sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios sobre nosotros todo este mal, y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadía ira sobre Israel profanando el sábado?
   "Sucedió, pues, que cuando íba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no entrasen carga. Y se quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes, y los que vendían toda especie de mercancía. Y les protesté, y les dije: ¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en sábado.
   "Y dije a los levitas que se purificasen, y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del sábado." Nehemías 13 15- 22.

Nota: Nehemías no forzó a los que quedaban fuera del muro a guardar el sábado. Él sencillamente cumplió su responsabilidad de alejarlos y hacerles saber que no podían comerciar en la ciudad en el día santo de Dios. Dios nunca ha querido la observáncia forzada del sábado. Siendo que la guarda del sábado es señal de santificación, sin una vida piadosa, el sábado sería una ceremonia hueca, que nunca puede tomar el lugar de la verdadera santificación.

Conclusión: Después de su cautiverio babilónico los judíos comenzaron a comprender que su violación del sábado había sido una de las causas de sus calamidades. De ese modo, después del tiempo de Nehemías, no volvieron a convertir el sábado en día común de trabajo. Pero su error entonces fue tan seriamente fatal como su anterior error. Empezaron a considerar el sábado como un medio de salvación, en vez de una señal de santificación. El sábado es de poco real valor sin un a señal de santificación. 
 
 
 

martes, 3 de marzo de 2015

SALUD: ¿POR QUÉ LOS PIES SE ENFRÍAN TANTO?

Se debe a que los órganos internos, sobre todo el cerebro, tienen que estar a 37 grados para funcionar bien. Si baja la temperatura, el cuerpo reacciona enviando más sangre a esas zonas para mantenerlas calientes, con lo cual llega menos flujo sanguíneo a otras, como manos y pies. Normalmente, las personas muy delgadas se ven más afectadas por el frío en las extremidades. Un caso crítico es de quienes sufren el fenómeno de Raynaud: con bajas temperaturas se les constriñen los vasos sanguíneos periféricos, y las manos y los pies no solo se hielan, sino que llegan a ponerse morados y, en el peor supuesto, a gangrenarse.


sábado, 28 de febrero de 2015

RELATOS INSPIRADORES: ¿EL AYUNO Y LA ORACIÓN SON REALMENTE EFICACES?

Cuando Slaviza tenía trece años de edad, ella y sus cuatro hermanos quedaron huérfanos. Entonces Slaviza decidió hacer lo que pudiera para atender a las necesidades de su familia. Cada día trabajaba durante muchas horas. De esa manera, fueron pasando los años, hasta que ocho años después se encontró enferma de tuberculosis. Su cuerpo no pudo soportar tanto esfuerzo continuado.
Pronto debió de ser ingresada en el hospital. Mientras estaba tan afligida, una noche tuvo un sueño que la impresionó mucho. Slaviza creyó ver a Jesús en el sueño. Él llevaba un libro bajo el brazo, y la miraba atentamente a su rostro y le preguntaba:

-Slaviza, ¿estás bien hoy?
- No- contestaba ella-, estoy muy enferma.

El hombre del sueño abríua el libro y lo colocaba delante de ella, y señalándolo le decía:

-Lee este libro y sanarás.

Slaviza esra católica y un día le visitó el cura. Ella le contó el sueño pero el cura le dijo que lo olvidara, y le dejó un pequeño libro con leyendas acerca de los santos. Slaviza notó que ese no era el libro del sueño.
Durante su estancia en el hospital Slaviza tenía una compañera también enferma que era musulmana. Un día un hombre fue a visitas a esa mujer, y el hombre fue a coger una revista que estaba en su mesita, más la mujer le dijo que era una publicación para mujeres y el hombre desistió. Entonces Slaviza le pidió permiso para hojear la revista, la cual resultó ser una publicación adventista.
Unos días después, la mujer musulmana tuvo la visita de un pastor adventista, quién dio algunas publicaciones a Slaviza, entre ellas, el libro que había visto en el sueño.
Con el tiempo Slaviza aceptó el mensaje adventista y se bautizó.
Un día el neumólogo le dijo con franqueza que no había ninguna esperanza para ella, y que sólo viviría a lo sumo unos pocos meses más. Ante esta confesión, Slaviza se pasó todo el día llorando hasta que recordó el sueño y el preciosos libro que había visto en él, junto con la promesa que Jesús le había hecho de que sanaría si lo leía. Con renovado fervor, tomó su Biblia y comenzó a leer, hasta que llegó al lugar donde se describe como Cristo había levantado a Lázaro de la tumba; y entendió que para Dios nada es imposible.
Con mucho ánimo, Slaviza pidió a los miembros de la iglesia que oraran por ella y ella aceptó en su corazón que Dios la mejoraría en su enfermedad.
Mandaron a Slaviza a un sanatorio. Después de minuciosos exámenes, diez médicos le confirmaron su gravedad y le aseguraron que moriría.
En el sanatorio se corrió la voz de su inminente y segura muerte y todos sentían compasión por ella hasta el punto de incomodarla, de manera que decidió volver a su casa.
Cuando llegó, confió sus preocupaciones al mayor de sus hermanos y a los miembros de su iglesia. Ellos hicieron un día de ayuno y oración por Slaviza. El caso es que poco después Slaviza comenzó a sentirse mejor y a recuperar peso.
Después de tres meses volvió al especialista que le había enviado al sanatorio y el médico le miró como si no pudiera creer lo que veía: ¿Qué te ha pasado? El médico ordenó inmediatamente un exámen completo y detallado y luego de estudiar los resultados le dijo: "Estás completamente curada, todas las cicatrices de los pulmones han desaparecido. Ésto es increíble".
Después de un año, Slaviza decidió volver al sanatorio para dar su testimonio para la gloria de Dios. Se entrevistó con uno de los médicos que le habían sentenciado a muerte, y éste no se lo creía. Pero Slaviza llevaba el resultado del último análisis de sangre y las radiografías que le habían hecho allí, y se las mostró.
Me preguntó: ¿Qué hizo para recuperarse? y contestó: "Usted me dijo que moriría, pero Dios me sanó".
A lo largo de su vida, Slaviza ha llevado a cuarenta personas al Salvador gracias a su testimonio personal.

Como veis, para Dios no hay nada imposible. Y desde este blog pido que si hay alguien que quiera contar su testimonio, sería de un gran apoyo para todos los que estén dispuestos a leerlos y a confiar en las promesas del Señor.

sábado, 3 de enero de 2015