martes, 6 de mayo de 2014

BIOGRAFÍAS INSPIRADORAS: DESMOND DOSS

   Todos sabemos que existen diferentes opiniones en cuanto si un cristiano debe alistarse en un ejército o no debe hacerlo. Particularmente pienso que un cristiano siempre debe evitar situaciones en las que corra el riesgo de no poder obedecer a Dios y la de pertenecer a un ejército es una de ellas. Pero hay circunstancias en los que uno se puede ver envuelto sin haberlo buscado en situaciones de riesgo, como son las guerras. Muchos cristianos han visto como sin ellos quererlo se les ha llamado a filas, ¿Qué hacer entonces? he aquí un relato de cómo un joven   solucionó este problema que pienso nos puede resultar muy útil.



   DESMOND DOSS nació el 7 de febrero de 1.919 en Lyncburg   (Virginia). Sus padres, Tom y Bertha Doss, lo criaron bajo la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde muy temprana edad, Desmond estuvo muy influenciado por la Biblia y sus enseñanzas, particularmente por el mandamiento de no matar.
   En abril de 1.942, Desmond fue reclutado por el Ejército de los Estados Unidos, el problema era que él seguía negándose a llevar un arma, así que fue alistado como objetor de conciencia, y de esta forma podía  servir a Dios y a su país.
   Adscrito al Cuerpo Médico de la 77th División de Infantería, el estricto seguimiento de sus enseñanzas religiosas, incluso respecto al sábado como día de reposo, le acarrearon contínuas burlas de sus compañeros y actos de indisciplina ante sus mandos.
   En mayo de 1.945, en el asalto amfibio de los aliados a la isla de Ryukym en Okinawa, un batallón de marines fue enviado a tomar una posición japonesa sobre un acantilado de 120 metros. Tras escalar aquella pared, fueron recibidos por un intenso fuego enemigo... Doss vio como sus compañeros caían, y en lugar de refugiarse como hicieron otros, consiguió sacar de esa ratonera a más de 75 marines heridos, arrastándolos o cargándolos, desde donde los bajaría con la ayuda de una cuerda. Durante varios días continuó atendiendo a los heridos, menospreciando el peligro que le rodeaba.
   El día 5 de mayo el curso de la batalla se volvió contra los norteamericanos. Soldados japoneses salieron de sus madrigueras y se esparcieron en todas direcciones. Casi de inmediato unos 75 hombres fueron heridos, y los hombres que quedaban se vieron obligados a retirarse a la base del acantilado. Los únicos soldados que quedaron en la parte superior fueron los heridos, los japoneses y Desmond Doss. Este día tan señalado de la batalla precisamente cayó en sábado, el día de reposo para Desmond.




   Desmond se dedicó a bajar uno a uno a los soldados heridos, como ya he mencionado, ayudado de una cuerda que consiguió atar a un árbol. Mientras lo hacía, oraba a Dios diciendo: "Señor, ayúdame a bajar uno más. sólo uno más".
   Desmond siguó con su tarea hasta que el 21 de mayo, cerca de Shuri, fue alcanzado en las piernas por la metralla de una granada, y cuando estaba a punto de ser rescatado en una camilla, Doss vio a otro soldado que estaba peor que él, y dejó la camilla para que evacuasen a su compañero. Entonces recibió un disparo en un brazo que le fracturó un hueso. Sin poder ponerse de pie, herido en un brazo y sin que nadie pudiera ayudarle, rompió su juramento... Cogió un fusil y lo utilizó para estabillarse el brazo y arrastrarse hasta llegar al hospital de campaña. Hasta para los soldados que antes se burlaban de él, Doss se había convertido en un símbolo de coraje y determinación.
   Cuando estaba convalesciente en el buque hospital, frente a la costa de Okinawa, su mente comenzó a aclararse y recordó la Biblia que el día de su boda le regaló su esposa, y que había llevado consigo y le había sustentado en momentos de burla de sus compañeros de armas.
   Desmond perdió su Biblia en aquel lugar escarpado y sus compañeros volvieron al lugar, con la misión de agradecimiento de encontrar la Biblia. La hallaron y se la enviaron a su casa por correo.
   En octubre de 1.945, Desmond Doss recibió la Medalla de Honor de manos del presidente Harry S. Truman, durante una ceremonia en la Casa Blanca. Doss regresó del Pacífico enfermo de tuberculosis, y aunque fue tratado con antibióticos, perdió un pulmón. En 1.970, y debido a una sobredosis accidental de antibióticos, se quedó sordo. Vivió el resto de su vida como un hombre humilde y murió a la edad de 87 años, el 23 de marzo de 2006. Fue el protagonista del libro "El hombre más improbable", de 1.967, y del documental "El objetor de conciencia", de 2004.



Aquí os dejo el documental que está en inglés.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario