domingo, 22 de septiembre de 2013

PAREJA: CONSEJOS PARA UNA BUENA SEXUALIDAD

1. Adaptándose a las necesidades propias del otro

  El conocimiento de las grandes diferencias sexuales entre hombres y mujeres es fundamental para que ambos comprendan mejor las necesidades del otro. Un hombre puede venir cansado del trabajo, ver la televisión, leer el periódico, no mediar palabra con su mujer y estar listo para hacer el amor a la hora de acostarse. El mecanismo que precede al acto sexual en la mujer es muy diferente. Ella necesita haber tenido un acercamiento progresivo y emocional (no sólo físico) hacia el hombre.

 2. Dialogando abiertamente sobre el tema

   Bromear sobre aspectos de la sexualidad se hace a menudo, pero hablar de este tema en serio no es frecuente ni siquiera en el seno del matrimonio. La mejor manera de conocer las actitudes y preferencias del compañero o compañera es hablar de ello. Es conveniente escoger un momento idóneo y un lugar romántico para eldiálogo. Evitar culpar o exigir, y utilizar mensajes en primera persona, en lugar de recriminar al cónyuge. Sugerimos algunas preguntas para iniciar el diálogo:


  • ¿Qué puedo hacer para satisfacerte en nuestros encuentros sexuales?
  • ¿Qué puedes hacer para satisfacerme en nuestros encuentros sexuales?
  • ¿Qué siento cuando respondes a mis deseos sexuales? ¿Y cuando no?
  • ¿Cuán importante es para mí la preparación para el acto sexual?
  • ¿Con qué frecuencia nos gustaría hacer el amor?
  • ¿En qué momento del acto sexual me siento más cerca de tí?


3. Preparando el acto sexual

   Todos los sexólogos están de acuerdo en que a mejor preparación del acto sexual mayor satisfacción para ambos. Esta preparación significa trato amable y cariñoso con palabras y gestos de mutua admiración, preparación del ambiente, todo ello antes de comenzar el contacto físico.

4. Haciendo el encuentro sexual algo más que una cópula

   Dar tiempo a los juegos preliminares (Besos y caricias) y no acelerar el momento del coito. La mayoría de los expertos hablan de al menos veinte minutos de actividades sensuales (por ejemplo, caricias, besos, masajes...) antes de llegar al coito. Y esto debe prolongarse en la medida en que ambos disfruten de la situación.

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