sábado, 20 de abril de 2013

ALIMENTACIÓN Y SALUD MENTAL













   Según un estudio realizado por el Departamento de Ciencias Farmaceúticas y de la Alimentación de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU-San Pablo, de Madrid (España), el experimento hecho con ratones, ha comprobado que los circuitos neuronales quedan alterados a causa del exceso de grasa en las neuronas.
   
   El trabajo apoya la tesis de quienes mantienen que al menos parte de los transtornos psiquiátricos que se tratan inútilmente con fármacos, los causa en realidad una dieta inadecuada.

La Nutrición en las lesiones cerebrales: Por otro lado, las últimas investigaciones llevadas a cabo por un grupo de científicos del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, publicadas en el Instituto Médico de las Academias Nacionales, el 20 de abril del 2011, con el título "La Nutrición y las lesiones traumáticas del cerebro"; demuestra que una dieta altamente energética y proteínica administrada en las 24 horas inmediatas de sufrir una lesión cerebral grave y mantenida durante las dos semanas siguientes, puede evitar un desenlace fatal, además de aumentar la rapidez de recuperación del paciente.

Propuestas alimentarias en Inglaterra: En vista de que la alimentación en los colegios y en la población en general se está deteriorando, hace años que en este país se está inculcando acerca de la importancia de aumentar la ingesta de frutas y verduras, de grasas mono saturadas, así como la disminución de grasas poliinsaturadas y azúcares.

La teoría de Bonnie Kaplan: Bonnie Kaplan forma parte del Departamento de Pediatría de la Universidad de Calgary (Canadá). Su investigación en dicho departamento se basa en la teoría de que la deficiencia nutricional (en parte determinada genéticamente) puede ser la base de ciertos transtornos mentales y de comportamiento.
   Los últimos datos nos sugieren que determinados transtornos psiquiátricos de gravedad, tales como el transtorno bipolar o la esquizofrénia están aumentando. Los estudios epidemiológicos de finales del siglo XIX, situan la tasa de incidencia de estas enfermedades en 1.8 por mil. Los principales estudios en los últimos veinte años, lo situan en un 15 por mil.
   En relación a la depresión cabe destacar que se les hozo un seguimiento a unas 400 personas que 22 años antes habían sido hospitalizadas por su depresión, y la tasa de mortalidad era de un 76%. Las dos causas principales de defunción fueron el suicidio y los trastornos circulatorios.

El contenido nutricional de los alimentos está disminuyendo: Los años de explotación agrícola traen consigo la reducción o el agotamiento de muchos microelementos esnciales como el zinc, cobre, selenio, vitaminas, manganeso, cromo, etc. Existen un buen número de estudios que muestran una mejoría en la función mental mediante complejos vitamínicos y minerales.

La mentalidad china: En Oriente, cuando un paciente presenta síntomas de tensión emocional, confusión mental, pánico, paranoia y demás, el buen médico lo trata mediante la alimentación.
   Se ha comprovado que la enfermedad mental funcional es reflejo de un metabolismo perturbado, principalmente a consecuencia del mal funcionamiento de sistemas enzimáticos.

Cómo funciona el cerebro: El cerebro sólo puede quemar glucosa. Aunque únicamente representa el 2,5% del peso corporal, consume el 25% de todo el azúcar disponible en la sangre.
   La sangre sólo puede transportar la glucosa suficiente para unas cuatro horas, cualquier interrupción del suministro se traduce en una inmediata perturbación de las funciones cerebrales, llegando a producir pérdida del control emocional.

Cuidado con las dietas de mosa: Una persona que siga una dieta de moda que excluya todos los azúcares e hidratos de carbono, no podrá disponer de la glucosa necesaria para transformar las proteínas y grasas que consume.
   Tampoco es conveniente suprimir grasas y proteínas, puesto que las reservas del glucógeno del hígado serán insuficientes para mantener el suministro.

Joven paciente del Doctor Watson: Sacado de Nutriün and Your Mind.

   Un joven llegó al consultorio del Doctor Watson, aquejado de una depresión grave y claustrofobia morbosa. Tanto le susteban los espacios cerrados que hacía más de cinco años que no lograba permanecer en su cuarto de baño el suficiente tiempo como para darse una ducha.
   Este joven explicó que su dieta cotidiana se componía de tres productos: hamburguesas, café solo y leche desnatada.
   Debido a su desnutrición crónica, las células de este joven habían perdido su capacidad de convertir los alimentos en energía.
   La primera medida del doctor fue establecer una dieta equilibrada a base de priteínas, grasas, hidratos de carbono, frutas y verduras, suplementada con un complejo vitamínico que consistía en vitaminas y minerales. El resultado fue extraordinario. Su depresión y la fobia desaparecieron por completo.
   Más del 80% de los pacientes del Doctor Watson se han curado definitivamente de prácticamente todas las formas conocidas de enfermedad mental por medio de la terapia nutricional.

Se puede creer o no pero a mí no me cabe duda es que la buena alimentación está relacionada con las enfermedades mentales, o por lo menos, con algunas de ellas. ¿Qué por qué pienso esto? Aparte de lo anteriormente expuesto yo misma fuí testido de un caso que me corrobora que esto es así. Hace unos años yo tenía un amígo que decidió hacerse vegetariano. Ser vegetariano no comporta ningún riesgo para la salud siempre que sea una dieta variada y equilibrada. Pero mi amigo vivía solo y quiso llevar un régimen demasiado estricto y limitado de manera que un tiempo después de comenzar la dieta empezó a sentir síntomas de enfermedad mental e incluso llegó a permanecer un tiempo en un hospital mental. Después de lo cual volvió a la completa normalidad. Así que una dieta equilibrada ya sea vegetariana o no (aunque mejor si lo es) ayuda a que nuestra mente esté bien equilibrada.

5 CONSEJOS PARA UNA VIDA MENTAL SANA
  1. Come alimentos variados. Todos los alimentos tienen nutrientes diferentes que nos ayudarán a que nuestra mente y nuestro cuerpo estén en óptimo estado.
  2. No te saltes ninguna comida. El cerebro actúa las 24 horas y necesita nutrientes de forma regular para poder funcionar correctamente.
  3. Que tu dieta sea abundante sobre todo en frutas, verduras, frutos secos, legumbres, cereales integrales, pasta y arroz integrales. Cada vez es más aceptado que esta dieta es la que más beneficia a nuestro organismo.
  4. Intenta sustituir parte de la proteína animal por otras de orígen vegetal, como la soya, el tofu, la quinoa, etc. Los últimos estudios llevados a cabo demuestran que la proteína vegetal es tan buena como la animal y carece de sus aportes negativos como puede ser el colesterol, el ácido úrico, la diabetes, etc.
  1. Refuerza tu alimentación con productos como la leticina, el polen, el germen de trigo, la levadura de cerveza. Con estos productos tu cerebro funcionará a las mil maravillas.


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