viernes, 6 de diciembre de 2013

PAREJA: EL SÍNDROME DEL NIDO VACÍO

Con la marcha de los hijos por razones de estudio, trabajo, matrimonio o simplemente por deseo de emancipación, pueden aparecer ciertos síntomas en uno o en ambos progenitores.


  • malestar o cansancio sin razón aparente,
  • sensación de vacío,
  • desorientación en cuanto a las metas y objetivos de la familia,
  • crisis en la relación marital,
  • signos de depresión.


Lo cierto es que los estudios realizados para verificar esta creencia no han podido demostrar que los síntomas propios de este denominado "síndrome" sean ciertos en la mayoría de los casos. No obstante, se ha observado que existe una relativamente alta incidencia de divorcio en esta etapa. De hecho, después de los primeros ocho o diez años de matrimonio, que cuentan con el más alto índice de divorcio, esta etapa se coloca en segundo lugar.
¿Cómo se explican estos datos? La mayoría de los especialistas coinciden en interpretar los hechos diciendo que el efecto del nido vacío tiene una doble vertiente, dependiendo de la calidad de la ralación matrimonial:

1. La crisis del nido vacío. Afecta a ciertos matrimonios que cuentan con serios problemas de relación arrastrados durante años. Estas parejas escogen evitar los pasos hacia el divorcio por causa de los hijos. Durante años viven en conflicto, intentando mantener sus problemas ocultos de cara al exterior y de cara a los hijos. Llegado el momento cuando los cónyuges se encuentran solos, cara a cara, la escisión se hace inevitable.
2. El desahogo del nido holgado. Ocurre en los matrimonios sólidos, que han disfrutado durante décadas de una relación sana y equilibrada. En estos casos, la marcha de los hijos supone una oportunidad extraordinaria para profundizar y expandir la relación. Con la autonomía de los hijos, pueden disfrutar de lleno de la compañía mutua; algo así como una segunda luna de miel.

Así que, en esta etapa de la vida, deberíamos centrarnos en los aspectos positivos, como son: el aumento del tiempo libre y de la libertad, el alivio del trabajo y preocupaciones que conllevan los hijos, la oportunidad de desarrollar una red social más amplia, sentir la liberación de no tener que anteponer a los hijos, mayor capacidad económica para llevar a cabo proyectos, etc.

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