lunes, 3 de marzo de 2014

PAREJA: EL SECRETO DE UNA VIDA LARGA



EL SECRETO DE UNA VIDA REBOSANTE DE SALUD HASTA LOS 101 AÑOS.

Hulda Crooks nació en una zona agrícola de Saskatchewan (Canadá) en 1.896. Su infancia transcurrió ayudando en las tareas de la familia y yendo al colegio cuando las labores del campo se lo permitían. Al alcanzar la mayoría de edad, marchó de casa para cursar la educación secundaria, y finalmente, con grandes esfuerzos económicos, estudios universitarios en nutrición. Se casó a los 31 años con Sam Crooks, un compañero de carrera. Desl matrimonio nació un hijo varón.
Hulda desempeñó su profesión como ayudante de investigación dietética en la Universidad de Loma Linda, en California.
Desde su juventud, Hulda sufrió anemia, nerviosismo y un cansancio casi permanente. Animada por su marido, comenzó a ejercitar los músculos ascendiendo colinas, cerros y montañas a la edad de 54 años. El bienestar obtenido la animó a continuar hasta que, a los 66 años, ya viuda, escaló el monte Whitney (4.418 m) por primera vez...y no sería la última.
Hulda Crooks, durante los siguientes 25 años, lo escalaría anualmente hasta que alcanzó los 91 años, siendo la persona de más edad capaz de alcanzar la cima del whitney.
Ese mismo año, fue invitada a Japón para escalar el monte Fujiyama (3.776 m). Al coronarlo, llegó también a ser la persona con más edad que jamás haya hecho esta escalada. Los japoneses, con un alto sentido del respeto por la vejez, la homenajearon sobremanera con grandes celebraciones en honor de la que cariñosamente llamaron "abuela Fuji".
Aparte de estos dos famosos picos, Hulda ascendió otras muchas montañas, siendo su etapa más activa entre los 81 y los 91 años. A partir de los 91, continuó el ejercicio físico regular, pero ya no en la escalada de cumbres elevadas. Vivió completamente sana hasta su sereno fallecimiento en 1.997, a la edad de 101 años.

¿Cuál fue el secreto de su vitalidad y longevidad?


  • Su matrimonio fue una gran fuente de apoyo emocional, siendo la influencia de su marido muy beneficiosa.
  • Cuando contaba con 54 años, decidió firmemente no dejarse vencer por los sentimientos depresivos que la acosaban.
  • También decidió hacer ejercicio por medio del montañismo regular.
  • Hulda, después de su jubilación, puso un cuidado especial en la dieta, tomando solo frutas, cereales, legumbres, verduras, un poco de leche y uno o dos huevos a la semana.
  • Se abstuvo completamente del té, del café y de cualquier refresco con cafeína.
  • Hacía dos comidas al día.
  • Se levantaba muy temprano y se acostaba muy pronto.
  • Además Hulda decidió aceptar a Jesucristo como su salvador y seguir sus enseñanzas, en cuya práctica encontró una fuente de paz consigo misma y una extraordinaria relación con los demás hasta el mismo momento de su muerte, a la cual pasó con la firme esperanza de la resurrección en el día final.

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