lunes, 24 de marzo de 2014

ESTUDIOS BÍBLICOS: LA ACTITUD DEL CRISTIANO HACIA LA LEY

   Cristiano es el individuo que ha aceptado a Cristo como su Salvador personal del pecado y de sus consecuencias. La razón por la cual acude a Cristo para recibir el perdón del pecado, es porque la ley de Dios y el Espíritu Divino le hacen sentirse consciente de sus pecados. Dios ha prometido que cuando una persona confiesa y abandona el pecado, él le perdona, como lo expresa 1 Juan 1: 9. Es este amable amor de Cristo el que despierta amor en el corazón del pecador, de modo que él desee cumplir la voluntad de Dios. Por lo tanto, el cristiano nunca se opone a guardar la ley de Dios.

   1. ¿Cómo llega una persona a ser creyente?

      Requiere un proceso de tres pasos, que puede ser llamado el método ABC:

  • A) Aceptar a Cristo como Salvador- Isaías 45: 22 y Hechos 4: 10, 12.
  • B) Creer que Cristo es el Hijo de Dios - 1 Juan 5: 13; Juan 20: 31; Hechos 16: 31 y Mateo 18: 20.
  • C) Confesar los pecados y abandonarlos - Salmo 32: 5; 1 Juan 1: 9 y Levítico 5: 5.

   2. ¿Qué sucede en la persona cuando se convierte a Cristo?


      "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas las cosas son hechas nuevas." 2 Corintios 5: 17.

Nota: En su conversación con Nicodemo, Jesús aclaró que la conversión equivale a un nuevo nacimiento. "Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios." Juan 3: 3. Lee también Lucas 18: 13, 14.

   3. ¿Mediante qué poder se realiza el nuevo nacimiento?

      "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios, que vive y permanece para siempre." 1 Pedro 1: 23.

   4. ¿Qué tienen en común todas las personas?

      "Todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios." Romanos 3: 23.

Nota: El hombre es pecador. Como tal no puede salvarse a sí mismo. Está condenado a la muerte, y su única esperanza de vida está en la gracia y el poder de Dios. Lee Romanos 6: 23. La naturaleza humana es pecaminosa, conforme se lee en Jeremías 13: 23 y Romanos 7: 18, 19.

   5. ¿Cómo provee Dios el perdón de los pecados pasados?

      Somos "justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús; al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justícia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados." Romanos 3: 14, 25.

Nota: La muerte de Cristo por el pecado y en lugar de los pecadores, pagó el precio de nuestras transgresiones. Lee Romanos 5: 6, 8 e Isaías 53: 5.

   6. ¿Qué clase de vida empieza con el nuevo nacimiento?

      Al explicar el nuevo nacimiento a Nicodemo, dijo Jesús: "Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." Juan 3: 6. "Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne. Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, mas conforme al espíritu." Romanos 8: 3, 4. El Espíritu Santo cambia de tal modo el corazón, que ahora amamos a Dios supremamente y a nuestros semejantes como a nosotros mismos, de modo que elegimos vivir según los preceptos de la santa ley de Dios. Lee Romanos 5: 5; 1 Juan 3: 14 y Romanos 13: 8-10.

   7. Entonces, ¿de qué manera considerará el creyente la ley de Dios?

      "Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salud, conforme a tu dicho... y giardaré tu ley para siempre, por siglo de siglo...Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado." Salmo 119: 41, 44, 47.

Nota: Debemos siempre recordar que la salvación por la gracia de Dios no anula los principios de la ley de Dios, "¿Deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley." Romanos 3: 31.

Conclusión: Cuando le preguntaron a Jesús: "¿Qué bien   haré para tener la vida eterna?" él respondió diciendo: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos." Mateo 19: 16, 17. El joven príncipe que hizo esa pregunta, profesaba estar guardando los mandamientos de Dios, pero Jesús, "magnificando la ley" (Isaías 42: 21), le mostró que en realidad el príncipe no había estado guardándola (Mateo 19: 18- 22). Mediante el apóstol Pablo, Dios nos manda: "Echa mano de la vida eterna." 1 Timoteo 6: 12. ¿Cómo podemos asirnos de la vida eterna? Aquí va la respuesta: "Venid luego, dirá Jehová, y echemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si queréis y oís, comeréis del bien de la tierra; si no que´reis y sois rebeldes, seréis consumidos..." Isaías 1: 18- 20. No rehusemos entrar por la puerta abierta del perdón y la obediencia, mediante el poder y la gracia de Dios. Lee Hebreos 2: 1- 3. 
 
 
 
 

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