viernes, 14 de febrero de 2014

PAREJA: PLANIFICA TU ECONOMÍA PARA LA JUBILACIÓN

   Excepto en raras ocasiones, la jubilación anuncia una reducción de ingresos; y esta merma se acrecienta con la viudedad. Pero el hecho no tiene que resultar traumático si se han hecho los preparativos necesarios y se cuenta con una actitud correcta. Los siguientes consejos han ayudado a muchos a afrontar esta etapa.


  1. Adoptar un estilo de vida sencillo. Posiblemente sea este el principio más útil y fundamental para evitar la quiebra económica y salir adelante aún con medios reducidos. Esto es bueno hacerlo no solamente en la jubilación, sino mucho antes de ella. Así, al retiraros, habréis aprendido a deleitaros de las cosas sencillas y no necesitaréis de pasatiempos costosos.
  2. Adquirid vuestra propia vivienda. El gasto primordial en la mayoría de los presupuestos familiares es el alquiler o hipoteca de la vivienda en la que se habita. Es sabio invertir en un plan de compra que permita, con el paso de los años, ser propietarios del piso o casa en la que se vive. Para el momento de la jubilación, ya no existirá la deuda que requería una parte importante de los ingresos.
  3. Planificad vuestro hogar de retiro. Con frecuencia las familias viven en los lugares adonde les lleva el trabajo. Al terminar la etapa laboral, la pareja jubilada tiene la opción de mudarse a una zona periférica o rural. Esto ayuda no solo a ganar paz y sosiego, sino también a reducir los gastos, pues las zonas urbanas tienden a ser bastante caras. Pero, atención, considerad también vuestras necesidades sociales. Es decir, trasladarse a 300 kilómetros de la familia y de los amigos puede ser mucho más barato, pero no convenir desde el punto de vista de la interacción social y familiar.
  4. Invertir vuestros ahorros. Si durante la etapa laboral contáis con ahorros adicionales, buscar alguna manera segura de invertirlos. Con los años, una pequeña inversión puede llegar a ser significativa y los beneficios utilizarse para complementar la pensión o para ayudar a un hijo a establecerse.
  5. Aprended a ser felices. Si bien es cierto que el carecer de lo más esencial interfiere en la felicidad y la satisfacción personal, la condición de feliz no está ligada a los ingresos. La felicidad no se compre, se aprende. Aprended a disfrutar de vuestra situación particular. En vez de querer ser como los vecinos por parecer más felices que vosotros, sed vosotros mismos y gozad de la vida. Recordad...no tiene más quién más tiene, sino quién menos necesita.

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